MI COSMIVICION IDEAL


Desde tiempos ancestrales se ha perseguido el ideal de formar seres excepcionales vinculados con una conciencia expandida que logre exponer el propósito intrínseco que viene con nuestra simple existencia y que nos muestre el nivel más alto a desarrollar que al mismo tiempo reconozcamos que es una cualidad latente en cada ser.

Grandes escuelas y grandes maestros han existido, en su momento han vislumbrado la luz de la verdad más pura, el principio fundamental de la existencia con esto han desvelado gran parte de los misterios, pero los bloques históricos de nuestras turbulentas sociedades los han opacado y olvidado.

Afortunadamente estamos en un tiempo ideal, es una época de transición donde se permite conciliar lo nuevo con lo viejo, esto pone de manifiesto la importancia de este escrito encaminado a justificar un entendimiento integral para una vez más descifrar la necesidad imperiosa de armonizar cuerpo, mente y espíritu para que lo natural responda en consecuencia a nuestra evolución y expansión.

Lo que aquí describo no es nada nuevo, todas las culturas en sus bases antiguas lo señalan, pero en la época de las ciencias se han menospreciado las enseñanzas, el hombre ha enfocado su voluntad en satisfacer su egolatría, ha renunciado a sus designios divinos enfrascándose en los materiales.

El costo es inmenso, el hombre aún rechaza de donde viene y en consecuencia no sabe hacia dónde se dirige, sus acciones en consecuencia son igual de ilógicas, pero los resultados acordes a su actual sentido de no pertenencia.

Y en realidad nada nos pertenece, el problema está en creer equivocadamente que tampoco nosotros pertenecemos a nada cuando deberíamos hacer lo contrario, es decir; "saber que nada te pertenece y sí perteneces tú a todo".

Con el simple cambio de este enfoque se sortearían todos los males de nuestros tiempos, pero con simples palabras articuladas elocuentemente no se logra nada, tampoco con entendimiento a las frases escritas es y siempre ha sido el realizar acciones acordes a nuestro pensar, sentir y actuar, entonces lograremos congruencia base fundamental para el cambio verdadero y ya necesario.

Recordar o al menos sembrar la semilla en las conciencias de que somos seres involucionados de un estado etéreo ese trance se llama nacimiento, ahí en ese instante nos son veladas todas las capacidades que tenemos, olvidamos el origen y la esencia que nos trajo aquí.

Al crecer nuestros años, debiéramos encaminar nuestros pasos a redescubrir nuestro legado espiritual, pero en vez de eso nos enfocamos en lo material y de nuestra esencia real solo nos queda una migaja, por lo que en contadas ocasiones se manifestará en nuestras vidas pero en una forma muy deforme a lo que debe ser el sentimiento dominante en nuestros días, se manifiesta como culpa esto a su vez crea una conciencia errática llamada arrepentimiento.

Si nuestra espiritualidad rebasara lo material y físico, es decir; dejáramos de arrodillarnos y orar para pedir cosas materiales que nos den una falsa seguridad, entonces el regocijo se haría presente, la acción de este sentimiento nos da el amor en lugar del incipiente arrepentimiento.

En conclusión, somos seres perfectos involucionados en materia que se condensa, debemos evolucionar usando adecuadamente este medio físico para instrumentar a la fuente de que todos provenimos, permitir que nuestra estirpe pase este escalón terrenal de una vez por todas.

Siempre se ha discutido sobre el origen de la vida, al principio de la filosofía se ha mencionado que es por la presencia de algún elemento, después se evolucionó al concepto a que es la combinación de varios elementos aire, agua, tierra, fuego según la tabla periódica los elementos biogenéticos (C, H, O, N, S, P,), después se ha ido de lo general a lo particular concluyendo que existe una partícula de dios llamada antimateria, la materia obscura en el universo que antes se creía espacio vacío en realidad es una gran manta que sostiene todo lo que se puede palpar, medir o cuantificar.

En el cuerpo humano se ha descifrado el ADN y se ha descubierto el "gen basura", al que antes no daban la menor importancia, pero que al igual que la antimateria han demostrado que es un potenciador o inhibidor de reacciones importantes en la salud.

Estos dos descubrimientos a lo macro y a lo micro vuelven a patentar la máxima hermética de "como es arriba, es igual abajo" es aplicable a todos los campos, pero también con la nueva tecnología de la informática se han hecho avances en el estudio de las partículas subatómicas y su comportamiento, se ha descubierto que un electrón puede estar en dos lugares a la vez, esto rompe la ley de la física que estipula lo contrario.

Actualmente se dice que estamos constituidos de materia, que funciona con energía y ahora se descubre que no somos una tabla rasa, somos concebidos con una información innata que nos ayudará o entorpecerá nuestra salud en todos los sentidos.

Por otro lado tenemos el efecto de la oxidación, esta consiste en el envejecimiento y muerte de nuestras células, el fenómeno se presenta cuando se generan "los radicales libres": moléculas de oxígeno inestable que han perdido un electrón. Al tratar de robarlo a otra molécula sana inician una reacción en cadena perjudicial para todo organismo vivo (envejecimiento y Enfermedades crónico degenerativas).

Entonces no solo somos materia, ni solo energía, también somos información, ahí entra la función del hipotálamo, glándula que retiene la información de las generaciones y donde dicen que se encuentra la evolución de nuestra especie, que por eso los niños van naciendo más despiertos a las nuevas tecnologías, puesto que al momento de concebirse se les trasmite la habilidad de manipular y entender nuevas herramientas y la torpeza de las generaciones progenitoras ante las predecesoras.

Las tres cualidades de la manifestación de la vida en los seres nos dicen que están intrínsecamente relacionadas la materia es susceptible a la energía, la energía es susceptible a la información o la materia es susceptible a la información y la información susceptible a la energía, no hay protagonismo pero si se sabe que al discordar alguno de estos elementos hay manifestaciones patológicas.

Sabemos que el campo magnético de la tierra crea energía, ésta actúa sobre la materia como consecuencia de una información que conocemos como leyes de la naturaleza, entonces deducimos que las mismas alteraciones que está sufriendo el cuerpo humano son proporcionales a las alteraciones de estas leyes que rigen la física, la química y la biología de nuestro planeta.

Entonces, reconociendo lo que genera disturbios en lo macro y micro, entendemos que esas fuerzas así como tienen el potencial de destruir también lo tienen para crear, que existen fuerzas superiores e inferiores y que el ideal es trasmutar las segundas a las primeras para armonizar este universo o potenciar esta dimensión creando un efecto dominó para lograr el máximo propósito que es rescatar nuestra esencia.

Los mismos males nos aquejan desde tiempos inmemoriales:

La ignorancia de los líderes en quienes hemos depositado nuestra confianza para guiarnos en el camino de reconocer a profundidad nuestra esencia, de recordarnos que somos producto de la causalidad y no de la casualidad (Religiosos).

A la egolatría de los líderes que centraron nuestras conciencias en la materia negando todo aquello que no se puede percibir mediante nuestros sentidos, enarbolando el método ensayo-error como único camino para ser un hombre íntegro aunque con esto en realidad, al estar segmentado, jamás se logrará crear algo completo (Científicos).

Y por último la indisciplina de los líderes que nos marcan cómo relacionarnos con nuestros semejantes en este tránsito físico que es nuestra existencia (Sabios, Políticos, yo, tú).

Estamos en alguna postura y no aceptamos opiniones diferentes, cada líder se encarga de grabarte en lo más profundo de tu ser que repitas su discurso, porque si no lo haces entonces quién le va a reconocer como líder, estaría en peligro de no ser escuchado y tú estarías más perdido de lo que ya estás con la confusión que él te ha impuesto.

Todos los hombres auténticos son odiados o amados por grandes cantidades de personas debido a que friccionan sus conceptos estandarizados y son glorificados y maldecidos al mismo tiempo.