HA DE SER DE LA UVA

La hebra de mi paño
ha desgastado el tiempo,
en mis dedos abstractos
el aire sigue enfermo.
Tengo aprensión dormir
y caer en un féretro
que se lleve mi alma
para siempre, muy lejos.

Ha de ser de la uva
el efecto maléfico.

El viento encoleriza
máscaras de silencio,
los muchachos pernoctan
en campamentos, ebrios.
Como tranquilas aves
sin levantar el vuelo;
van los días por atajos
picoteando misterios.

Ha de ser de la uva
el efecto maléfico.

Huidizo placer,
ayer ardiendo en celo;
hoy mórbido muriendo
en mi angustiado verso.
¿Quién embrujó mi carne?
¿Quién secuestró mi sueño?
ahora soy caverna
 repetidora de ecos.

Ha de ser de la uva
el efecto maléfico.

Qué pavor a dormir
en el jardín del tiempo.
Ya ni las esperanzas
me sirven de remedio.
Alguien le puso al día
vestidura de hielo,
y no calienta ahora
mi cobija de tedio.

Ha de ser de la uva
el efecto maléfico.