LA COMPLICIDAD DEL AMOR

Seguro que si se eligiera el momento y la persona de quien enamorarse, aun sabiendo todas y cada una de las cosas que amerita experimentar una persona al enamorarse, seguro, seguro, nadie se arriesgaría a hacerlo.

Los niños de 12 y 15 años, a estas alturas, supuestamente aman. Yo tengo 18, creo amar a alguien y el creerlo me ha costado la vida, ni siquiera querría saber qué se sentiría al amarlo como no amo a nada en la vida.

Jamás pensé que fuese tan complejo, jamás pensé en retractarme cuando decía que el amor de pareja no existe y que era una ridiculez matar o morir por alguien porque le amas. Jamás calculé, ni medí, ni me percaté de lo que hacía al responderle, esa noche un mensaje con un “hola”, así fue como inició.

Ahora no quiero escribirle “adiós” ni mucho menos hablarle mirándole a los ojos porque creo que no dejaré de creer que realmente lo amo, aunque dude del término. La inestabilidad es causante de mi creo que le amo, sus mentiras, su falta atención, su no complicidad para conmigo son el porqué no estoy con él ahora, “creo que te amo” es la justificación a nuestra reconciliación y no querer irme de él también.

Maldigo el amor que no está, lo bendigo cuando él es todo lo que he querido que sea. Pero por Dios, si pudiera regresar en el tiempo y elegir, elegiría no amarlo. O creer que lo amo. Como sea, lo único que quisiera es que el amor dejara de ser tan igual que un cáncer, deshacerme de él y poder vivir tranquilamente sin amor, creer hacer algo tan complejo, algo que quiero y no quiero dejar de hacer, solo quiero regresar en el tiempo, evitar esto y prevenir al mundo de contestar esos “Hola, princesa”.